... de la impresión.
En mi vida me había sentido como un náufrago casi literal.
San Lunes, hacía días que estaba esperando la oportunidad perfecta para hacer mi volante de formula 1, pero como yo sólo sigo las instrucciones de Ever para hacer la resina y todas las mezclas, perdí la noción del tiempo. Y obvio, llegó la hora de la salida para comer, no terminé pero no podía volver en la tarde (ya saben, soy una mujer muy ocupada). Al salir del siniestro taller, por no llamarle la cueva de inframundo (porque a parte de ser un sótano extraño, a un lado hay árboles y vegetación selvática que no importa la hora del día, siempre está oscuro), las nobles nubes grises cubrian rapidamente el cielo. Como no se oía ningun trueno, no signifcaba mayor porblema recorrer el callejón, cruzar la avenida y llegar a la parada del camión.
Justo cuando llegué a la esquina para cruzar la avenida, empezó la lluvia. No le di importancia, estaba muy cerca la parada del camión. Pero oh sorpresa, no podía cruzar la calle y cada vez caía más agua, así que opté por guardar en la bolsa grande de la mochila el montón de cosas electrónicas que traía (cámara fotográfica, cargador de la cámara, celular1, celular2, cargador de celular1 y mi USB) y algunos papeles. Por fin atravesé la calle y muy animadamente me puse el gorrito del sueter. Llegando a la parada me puse a guardar esas cosas en una bolsa que traía ya que mi mochila ya no está de fiarse.
Empezó el viento y decidí acomodarme detras de donde uno se sienta, y en menos de 5 minutos, tenia los pantalones y los tenis empapados. Cada vez se veía menos y el camión, ahora sí que ni sus luces. Como la parada está sobre la banqueta de la universidad, pensé en entrar, pero me quedaba realmente lejos la entrada y en especial un buen lugar donde esperar. Luego pensé en regresar con Ever, pero ya estaba empapada y mi presencia sólo molestias ocasionaría.
Y de pronto, noté que no había ciudadanos a mi alrededor, era la única náufraga en la parada siendo atacada por las gotas que gracias al aire me impactaban en forma horizontal, y justo hacia donde tenía que ver si el camión aparecía. Y digo náufraga porque no tenía forma de entrar en comunicación con nadie, ni para avisar en qué parte del planeta estaba (y en qué situación) ni si alguien deseaba llamarme (aunque fuera para molestarme), porque quiero que sepan, que a pesar de traer el cargador olvidé conectar el teléfono y el otro que traía es mi número ficticio de otro estado de la república (el cuál sólo uso para jugar o ver la hora), pero que nadie sabía que traía prendido, bueno lo digo por mi madre, que realmente fue la única que se preocupó por mi :P
De entre los árboles del camellón, apareció una pobre mujer, y digo pobre, porque no traía sueter y su paraguas sólo le servía para arrastrarla hacia el rumbo del viento. Después de un rato de estar acumulando agua en la ropa, apareció el camión, casi tuvimos que hacer circo, maroma y teatro para que nos viera, pero afortunadamente lo hizo y se detuvo. Y ya qué mas daba sentarse en una banca mojada, uno estaba mas empapado que nada.
El camino, gracias a Dios fue bastante tranquilo. Dudé dónde bajarme, y tuve que escoger el semáforo, sólo para poder cruzar tranquilamente la avenida, pero en realidad era más tramo de camino, o sea, más agua en mi. Cuando pasé por la plaza, pense quedarme un rato y esperar a que bajara el agua, pero como estaba mojada seguro me daba un ataque de frío, así que me puse bien la mochila y andando a casa. A medio camino, entré en desesperación, pues como iba caminando rápido mis piernitas se cansaron, así que ni queriendo podía correr para llegar más rápido. Podía sentir como bajaba el agua por mi espalda, jamás, jamás me había pasado empaparme de esta manera.
Llegando a casa subí corriendo a bañarme. Después comí y vi tele un rato. Después revisé la mochila y vaya que se mojó, qué bueno que traía una bolsa para guardar mis cosas valiosas.
Un día como hoy es cuando digo DÓNDE DEJÉ MI IMPERMIABLE!! que si bien no es una maravilla, por lo menos la mitad de mi no se hubiera mojado así.
Me duelen las orejas, espero no enfermarme pues mañana pormete ser un buen día y no quiero vivirlo desde la ventana.
Por esta ocasión mi aventura no tiene fotografías, obvio no iba a mojar la cámara en semejante diluvio. Claro que dentro de todo me divertí , fue muy entretenido y como nueva experiencia fue genial. Pero si algo similar me vuelve a pasar, espero traer el famoso impermeable (que había cargado una semana innecesariamente, jaja, asi es la vida).
PD. Otro que ni sus luces, fue Batman, ¿dónde está mi héroe cuando lo necesito?
En mi vida me había sentido como un náufrago casi literal.
San Lunes, hacía días que estaba esperando la oportunidad perfecta para hacer mi volante de formula 1, pero como yo sólo sigo las instrucciones de Ever para hacer la resina y todas las mezclas, perdí la noción del tiempo. Y obvio, llegó la hora de la salida para comer, no terminé pero no podía volver en la tarde (ya saben, soy una mujer muy ocupada). Al salir del siniestro taller, por no llamarle la cueva de inframundo (porque a parte de ser un sótano extraño, a un lado hay árboles y vegetación selvática que no importa la hora del día, siempre está oscuro), las nobles nubes grises cubrian rapidamente el cielo. Como no se oía ningun trueno, no signifcaba mayor porblema recorrer el callejón, cruzar la avenida y llegar a la parada del camión.
Justo cuando llegué a la esquina para cruzar la avenida, empezó la lluvia. No le di importancia, estaba muy cerca la parada del camión. Pero oh sorpresa, no podía cruzar la calle y cada vez caía más agua, así que opté por guardar en la bolsa grande de la mochila el montón de cosas electrónicas que traía (cámara fotográfica, cargador de la cámara, celular1, celular2, cargador de celular1 y mi USB) y algunos papeles. Por fin atravesé la calle y muy animadamente me puse el gorrito del sueter. Llegando a la parada me puse a guardar esas cosas en una bolsa que traía ya que mi mochila ya no está de fiarse.
Empezó el viento y decidí acomodarme detras de donde uno se sienta, y en menos de 5 minutos, tenia los pantalones y los tenis empapados. Cada vez se veía menos y el camión, ahora sí que ni sus luces. Como la parada está sobre la banqueta de la universidad, pensé en entrar, pero me quedaba realmente lejos la entrada y en especial un buen lugar donde esperar. Luego pensé en regresar con Ever, pero ya estaba empapada y mi presencia sólo molestias ocasionaría.
Y de pronto, noté que no había ciudadanos a mi alrededor, era la única náufraga en la parada siendo atacada por las gotas que gracias al aire me impactaban en forma horizontal, y justo hacia donde tenía que ver si el camión aparecía. Y digo náufraga porque no tenía forma de entrar en comunicación con nadie, ni para avisar en qué parte del planeta estaba (y en qué situación) ni si alguien deseaba llamarme (aunque fuera para molestarme), porque quiero que sepan, que a pesar de traer el cargador olvidé conectar el teléfono y el otro que traía es mi número ficticio de otro estado de la república (el cuál sólo uso para jugar o ver la hora), pero que nadie sabía que traía prendido, bueno lo digo por mi madre, que realmente fue la única que se preocupó por mi :P
De entre los árboles del camellón, apareció una pobre mujer, y digo pobre, porque no traía sueter y su paraguas sólo le servía para arrastrarla hacia el rumbo del viento. Después de un rato de estar acumulando agua en la ropa, apareció el camión, casi tuvimos que hacer circo, maroma y teatro para que nos viera, pero afortunadamente lo hizo y se detuvo. Y ya qué mas daba sentarse en una banca mojada, uno estaba mas empapado que nada.
El camino, gracias a Dios fue bastante tranquilo. Dudé dónde bajarme, y tuve que escoger el semáforo, sólo para poder cruzar tranquilamente la avenida, pero en realidad era más tramo de camino, o sea, más agua en mi. Cuando pasé por la plaza, pense quedarme un rato y esperar a que bajara el agua, pero como estaba mojada seguro me daba un ataque de frío, así que me puse bien la mochila y andando a casa. A medio camino, entré en desesperación, pues como iba caminando rápido mis piernitas se cansaron, así que ni queriendo podía correr para llegar más rápido. Podía sentir como bajaba el agua por mi espalda, jamás, jamás me había pasado empaparme de esta manera.
Llegando a casa subí corriendo a bañarme. Después comí y vi tele un rato. Después revisé la mochila y vaya que se mojó, qué bueno que traía una bolsa para guardar mis cosas valiosas.
Un día como hoy es cuando digo DÓNDE DEJÉ MI IMPERMIABLE!! que si bien no es una maravilla, por lo menos la mitad de mi no se hubiera mojado así.
Me duelen las orejas, espero no enfermarme pues mañana pormete ser un buen día y no quiero vivirlo desde la ventana.
Por esta ocasión mi aventura no tiene fotografías, obvio no iba a mojar la cámara en semejante diluvio. Claro que dentro de todo me divertí , fue muy entretenido y como nueva experiencia fue genial. Pero si algo similar me vuelve a pasar, espero traer el famoso impermeable (que había cargado una semana innecesariamente, jaja, asi es la vida).
PD. Otro que ni sus luces, fue Batman, ¿dónde está mi héroe cuando lo necesito?
1 comentario:
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